Situada en el extremo norte de la Comunidad Valenciana y a sólo 60 kilómetros de la costa, Morella aparece en los ojos del visitante envuelta del encanto que le transmiten la posición estratégica, que llena el paisaje, y las murallas centenarias coronadas por el robusto castillo a más de mil metros de altura. Sus dieciséis torres, seis portales y casi dos quilómetros de muralla configuran una silueta única, coronada por el imponente castillo.
Declarada Conjunto Histórico-Artístico, con un excelente trabajo de rehabilitación municipal que ha sido reconocido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad con el premio Patrimonio y que posee la declaración de la UNESCO en el abrigo rupestre de Morella la Vella, esta ciudad te seducirá también por su tradición, monumentos, gastronomía, folklore y su entorno.
EL CASTILLO
Morella abre sus puertas, torres que han visto pasar la historia, que vieron como el Rey Jaume I entró en la ciudad comenzando la Reconquista. El castillo, que domina un océano de montañas, ha sido una las fortalezas más imponentes del Mediterráneo. El paso de numerosas civilizaciones, prehistóricas, Íberos, romanos, musulmanes, cristianos… han dejado su huella en esta impresionante construcción habitada ininterrumpidamente desde el III Milenio antes de Cristo.
Cada piedra encierra historias, leyendas, alianzas y conflictos. Salones y Patio de Armas que han sido escenario de las batallas de El Cid Campeador, de contiendas como la Guerra de Sucesión, y eje de las guerras Carlistas. Estas piedras han sido testigo de los tiempos de Cátaros y Austrias. Desde la cumbre podrás volar por el cielo de Morella, cadenas montañosas se extienden ante ti y el descenso visual, panorámico, de las casas morellanas a los pies del castillo te parecera un enjambre de tejados rojizos.
IGLESIA ARCIPRESTAL SANTA MARÍA LA MAYOR
Es uno de los templos más bellos del Mediterráneo. Edificio gótico que reúne en una misma fachada dos puertas de gran interés, la de los Apóstoles y la de las Vírgenes. En su interior hay que detenerse en la escalera de caracol que da acceso al coro, realizada en estuco de yeso policromado, así como el Pórtico de la Gloria, el Juicio Final, el altar mayor barroco churrigueresco, los grandes y coloristas rosetones de vidrieras originales de la escuela valenciana del siglo XIV y el organo monumental, creado por Turull, de la escuela Aragonesa, en 1719. Hoy se puede disfrutar con el sonido pleno de los 4.000 tubos del órgano, sobre todo en el marco del Festival Internacional de Música de Órgano que cada mes de Agosto se celebra en Morella.
LAS MURALLAS MEDIEVALES
Las Murallas rodean toda la ciudad de Morella. Aunque de origen anterior a la Reconquista de Jaume I, la actual muralla data de los S.XIV-S.XV con la modificación del S.XVIII de su parte superior, ahora en aspilleras. Son 2 kilómetros de muralla, franqueada por 7 puertas y 10 torres algunas de las cuales ahora albergan diferentes museos.
La puerta de San Miguel, Sant Mateo, del Forcall, la puerta del Rey, por donde entrará Jaume I en Morella; la Puerta Ferrisa, escenario de la entrada del caballero Blasco de Alagón cuando tomó la ciudad a los musulmanes; o la Puerta de la Nevera, situada cerca de la nevera o pozo de nieve donde se guardaba la nieve. Son muros de entre 10 y 15 metros de altura con espesor de 2 metros. Las murallas conforman la silueta sinuosa de Morella, coronada por el Castillo.
EL ACUEDUCTO
Esta bella construcción, de 1318, conserva la sencillez del gótico, siendo una destacada obra hidráulica. Se conservan dos tramos que nos enseñan como en tiempos medievales se transportaba el agua para abastecer a la población morellana. Los restos de este acueducto se hallan en un paraje con vistas impresionantes de la comarca de Els Ports.
CONVENTO DE SANT FRANCESC
Este convento gótico marca el acceso al castillo. Junto a otras edificaciones históricas anexas se convertirá en el Parador Nacional de Turismo de Morella. La Iglesia del convento, del siglo XIV, muestra la belleza y sencillez del gótico original, como los restos del claustro. En la Sala Capitular se conserva una de las muestras más antiguas del arte macabro español, La Danza de la Muerte, pinturas del siglo XV que unen a la nobleza, al clero y al pueblo en torno a la muerte.